“A lo largo de los años como periodista de investigación, he revelado los logros del CNI – antes CESID – y también he negado sus excedentes. No solo no tengo nada en contra de ellos, sino que creo que le hacen un gran servicio a España. Nadie, sin duda, duda de que los gobiernos llevan muchos años exigiendo la acción de los servicios secretos para ayudarlos. Deben hacer lo que sea necesario, aunque en ocasiones se superen los límites permitidos por el estado de derecho.

His Majesty’s Service analiza los vínculos de la monarquía con el servicio secreto, una nueva perspectiva desde ambas perspectivas. Me permitió descubrir un aspecto oculto de los personajes principales, los reyes Juan Carlos I y Felipe VI, pero también jefes espías y muchos agentes cuyos reyes no se podían entender. La soledad de Franco fue la primera persona en España que lo presionó para que se diera cuenta de la necesidad de controlar las Fuerzas Armadas y también de buscar el escudo protector de los servicios de inteligencia, los que espían fuertemente a su padre, Don Juan, y también a él. . Por eso siempre luchó por confiar en el director de espías una vez en el jefe de Estado. No importa qué incidente atravesó el rey, estaban allí para sacarlo de su atolladero: una conspiración para tomar su trono, operaciones sucias contra políticos, teléfonos incautados por la CIA, espiar a amigos poderosos corruptos y ahuyentarlos, lidiar con el maniobras de ciertos amantes en su contra, proteger a los miembros de su familia, investigar la vida futura de la reina que pueda existir …

Cincuenta años de cambio de compromiso con la llegada del rey Felipe, punto de partida en las relaciones monarquía-gobierno ”.