La democracia ha sido objeto, durante algún tiempo, de ataques y críticas de muy distinta índole. Se debe aprender alguna lección de la acumulación de tantos reproches. Ante el peligro real de que pueda resultar dañado por ataques autoritarios de diversa índole, habría que añadir otro, de diferente índole, pero no menos, relacionado con el ámbito de las ideas. Existiría el peligro de que la democracia se entendiera en términos puramente instrumentales, como un conjunto de procedimientos formales para organizar la vida en general.
Esto significaría ignorar las enormes posibilidades emancipadoras que ofrecen los sistemas democráticos y la posibilidad que nos ofrecen.
al final de esos valores que han hecho realidad la vida de hoy.