El Diario es una pieza única en al menos dos sentidos. En su mayor parte, es un conjunto de notas hechas por Frege un año antes de su muerte y que trata sobre asuntos políticos, económicos, sociológicos o religiosos que nunca trató en los escritos que conocemos. También hay tres entradas sobre el concepto de número que, en este contexto, crearían algún desacuerdo, si no tenemos en cuenta que Frege está sangrando por las paradojas de clase de Russell herido. Aunque Frege nunca pareció ser un hombre de “izquierda”, sus ideas políticas se radicalizaron a lo largo de los años y con la situación bastante caótica en Alemania en la década de 1920. En el Diario, Frege es retratado como un loco antisocial demócrata (“el cáncer que azota a Alemania”), un antisemita y un enemigo de los sindicatos y el parlamento (“que activan la invención francesa”). El conocido activista antirracista Michael Dummett, además de ser el erudito más célebre de Frege, escribió después de enterarse del Journal que la lectura le había enseñado algunas cosas sobre la naturaleza humana (y quizás también sobre Europa) que lamentaba no haber sabido que tenía. conocido antes.