Con su profundo conocimiento de la mitología griega clásica, Marcel Detienne descubre en este estudio las características más fascinantes y diversas de Dionisio. Es uno de los dioses más interesantes, a quien Baudelaire llama “el dios misterioso de las fibras de la vid”. Tan impredecible y cambiante como difícil de identificar, el rostro de Dionisio es una máscara que se revela y se esconde, en el juego de la ausencia de presencia y ausencia.
Marcel Detienne recrea las numerosas viviendas de este dios en todo el mundo griego, las leyendas sobre sus orígenes y sus paseos. En Argos, Lesbos, Eleuteria, Olimpia, Tasos, Delfos y Orcómeno, e incluso en la enigmática isla de las franjas atlánticas, Dionisio levanta saltador, bailes, trampas brutales y viajes de presa, arrasando a la rabia, la muerte o la corrupción. Este dios, encarnado en la imaginación griega del “extraño dentro de sí mismo”, obliga al hombre a moverse entre la reputación divina y el éxtasis.