Esta monografía estudia la figura que aparece por primera vez en la historia jurídico-política de nuestro país, conocida como la Defensoría del Pueblo.
El enfoque seguido en el análisis de esta institución importada de Suecia, busca el conjunto de funciones y competencias que engloban la
Ha sido cedido para los efectos de la Constitución, su Ley Orgánica y demás Leyes y Reglamentos de desarrollo.

El libro hace un análisis global de esta figura, recogiendo todos los datos más destacables a través de los cuales opera esta extraña institución, mostrando, qué es y qué significa, el grado de aproximación y la distancia entre ella y su mentor sueco, así como como las similitudes y diferencias con las que se ven en el resto del mundo. Su originalidad consiste fundamentalmente en resaltar a lo largo de sus once capítulos los rasgos que lo definen, y desvelar a quienes lo separan de su verdadero papel y a los servidores altamente acusados ​​que se le imponen y que lo siguen.

El estudio no solo se centra en la institución estatal, sino que también analiza la extensión de la figura en las distintas comunidades autónomas que ostentan los comisarios autonómicos y, en comparación, tenemos un capítulo dedicado al Defensor del Pueblo Europeo en el que llamamos la atención sobre su especificidad. características y contrastes con la nacional. Todo esto se basa en unas conclusiones finales elegidas por este trabajo.