Puede entenderse que los debates marxistas sobre el Estado sigan atrayendo la atención de los científicos sociales como muestra de su vitalidad potencial o de su descontento con las explicaciones alternativas que brindan otras corrientes teóricas. Es especialmente alentador que también haya jóvenes investigadores muy interesados ​​en este tema y que aborden sus estudios con un aporte significativo de lectura y pensamiento. Y más cuando se hace, como parece obligado después de tantos años de victoria y de contragolpe político bajo la influencia intelectual del materialismo histórico, sin ánimo alguno de mantener estériles fidelidades nostálgicas, pero al mismo tiempo con suficiente respeto a la tradición. de. Pensó: Por lo menos, hay que decir que continúa con su capacidad para estimular el pensamiento crítico. El joven autor de este libro tiene la capacidad (en el mejor sentido de la palabra) de abordar una parte relevante y compleja de estas áreas temáticas y actuales, pero también la humildad de dejar de lado algunas otras, creo que por ahora. Creo que haces bien en acotar el campo en lo que, al fin y al cabo, no puede ser, por su extensión, más que un ensayo. Pero nos proporciona un texto rico, sugerente y atractivo, y, sobre todo, una introducción o anuncio igualmente prometedor de una nueva obra. Espera, ¿por qué no?, aportes de otras corrientes, como debe hacer el marxismo abierto. Nos recuerda que los vacíos de Marx o de sus albaceas inmediatos pueden ser cubiertos por sus actuales o futuros herederos. Francisco Eiris