Son tres las opciones político-criminales presentes en algunos de los sistemas punitivos occidentales: en primer lugar, los que optan por no cambiar nada, por continuar con la pena de ayuda al suicidio, prestando en todo caso (como hacía hasta el año pasado la normativa española vigente) . ) el alivio de los casos de eutanasia (a veces -como en España- con una especie de “consenso de no aplicación”, como dice Carbonell Mateu, que quita presión social). En segundo lugar, muy pocos de estos ordenamientos jurídicos conocen el derecho al suicidio asistido (por ejemplo, la regulación en Suiza ha avanzado especialmente en este sentido). En tercer lugar, los ordenamientos jurídicos que permiten, excepcionalmente, la asistencia al suicidio de otro en casos de crisis médicas que generen sufrimiento extremo (esto es: en el contexto de la eutanasia), como es el caso de la nueva regulación introducida en. legislación española a través de la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia, aprobada en 2021.