La precaución es sin duda uno de los fenómenos más definitorios del momento en que vivimos. Un número cada vez mayor de personas no puede proporcionar los medios básicos de supervivencia para sí mismas y el deterioro progresivo de las condiciones de trabajo, junto con el aumento del costo de vida, ha abrumado a una gran parte de la población en un estado de inseguridad y angustia general. . El sujeto precario muchas veces se culpa a sí mismo de su incapacidad y de su propia posición defensiva ante un mercado laboral contundente y un horizonte social desesperado, propiciando un profundo desplazamiento político. Por ello, una aproximación filosófica a estos fenómenos es cada vez más urgente, ya que es responsabilidad de la filosofía traspasar sus propios límites y trabajar en colaboración con otras disciplinas, como la sociología, la antropología o la economía, para dominar la lógica y la dinámica. que recorren el espacio social actual. Este es el espíritu detrás de esta serie de observaciones que se centran en uno de los fenómenos más complejos y preocupantes de nuestro tiempo.