A veces hay una “política de justicia” y esta afirmación suele estar ligada al hecho de que los miembros de origen judicial del Consejo General de la Judicatura no son elegidos por los mismos jueces. Y a veces también se enfatiza que esta es la única forma de cumplir con el estándar europeo. Este libro defiende que la forma en que el Parlamento selecciona a los diputados de origen judicial es democrática, legítima y no tiene nada que ver con la “política de la justicia” o la división de poderes, al menos en la forma que usted quiera expresarlo. Al mismo tiempo, examina los sistemas de designación de Magistrados de la Corte Suprema y los que lo hacen, que existen en algunos países, así como las decisiones de la Corte de Justicia, y tras su análisis, el autor concluye que no existe Estándar europeo, pero sistemas diferentes. Este es un libro que resultará muy interesante para el lector porque aborda estrictamente un tema controvertido.