La interpretación de Jaspers en este libro se basa en todo el proceso filosófico de Nietzsche que, en la historia universal, refleja parte del cristianismo y, a través del nihilismo, la idea del hombre supremo.

Este texto fue escrito por uno de los grandes pensadores del siglo XX en 1938. Muestra el radicalismo que Nietzsche rechazó para el cristianismo y las diversas declaraciones que son incompatibles con tal rechazo.

Karl Jaspers interpreta esta contradicción diciendo que Nietzsche nunca llegó a aceptar las ideas cristianas. Por lo tanto, no tuvo que rechazar nada de lo que había tomado anteriormente. Sin embargo, la fuerza de estas implicaciones cristianas, incluso sin contenido, formó la base de la idea de Nietzsche para su filosofía tardía. Como resultado de estos estímulos publicó una revisión de todos los valores. Nietzsche entró en la era posnihilista con la tendencia y el sentido de ausencia de los primeros cristianos, pero sin compartir sus valores.